ILEANA DE GRACIA CARRIÓN

Cuando tratamos de describir una persona utilizando una sola palabra se nos hace generalmente difícil. Y es que el ser humano presenta tantas facetas, que capturar su esencia resulta una tarea complicada. De niño conocí a una persona que a través de toda su vida dio muestra inequívoca que llevaba la alegría a flor de piel. Esto, debido a que mantenía un estado interior fresco y luminoso, capaz de generar un bienestar general con altos niveles de energía y una poderosa disposición para realizar múltiples tareas.La alegría se puede definir como un sentimiento, valor o acción constructiva que puede ser percibida en muchas personas, y quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos. También se puede definir como el estado de ánimo más confortable por el cual se puede pasar y que ayuda al mejoramiento de la salud propia y de aquellos que le rodean. Tal estado interior de paz y alegría lo percibí de inmediato cuando conocí a Ileana de Gracia Carrión; mi maestra de Inglés de séptimo grado.Ileana de Gracia Carrión nació en Vega Alta el 4 de enero de 1928. Fueron sus padres Herminio de Gracia García y Doña Carmen Carrión Otero. Creo necesario para conocer más de cerca a Ileana que sepamos algo de su familia allegada. Su abuelo materno Francisco Carrión se desempeñó como Guardia Civil a finales del siglo XIX y principios del Siglo XX. Por la línea paterna es prima del patriota vegalteño Gilberto Concepción de Gracia y también prima hermana del afamado cantante Pedro (Pellín) Rodríguez de Gracia. Parece que en sus genes traía la semilla de amor a su suelo y una vena de alegría y sabor y una gran disposición para la música y el baile; cosas que practicó toda su vida.A temprana edad, el 9 de abril de 1930 falleció su padre dejando a su madre Carmen, viuda y con once hijos que dependían enteramente de ella. Carmen con esfuerzo se dedicó al oficio de costurera y pudo levantar a su familia en tiempos de crisis y carestía.Ileana hizo sus estudios elementales en las escuelas públicas de Vega Alta y su escuela superior en la Agustín Stahl de Bayamón adonde viajaba diariamente. Allí se graduó con Altos Honores destacándose y recibiendo Medalla en la asignatura de Inglés. Ingresó a la Universidad de Puerto Rico y completó (en menos de cuatro años) en 1948, un Bachillerato en Educación en la Facultad de Pedagogía con concentración en inglés.Se inicia muy joven como maestra de inglés en el pueblo de Manatí en la escuela intermedia Jesús T. Piñero donde laboró por año y medio. Allí se ganó el respeto y el cariño de sus discípulos y compañeros maestros. En poco tiempo organizó grupos de baile y coros que envolvía a maestros y estudiantes bajo su liderato.Al abrirse una plaza de inglés en la Escuela Intermedia de Vega Alta en 1952 comenzó sus labores en la escuela Lorenzo Cabrera con los grupos de séptimo grado. Entre sus primeros alumnos estaban Mario Giboyeaux, Milton y Edwin Etttiene Méndez, María López, Mangui Rivera, Idalia Seijo, Benjamín Negrón y otros que más tarde se destacarían como maestros y líderes en nuestra comunidad. Ileana se ganó un espacio en el corazón de aquellos jovencitos a quienes organizó en clubes de bailes folklóricos. Su dominio del inglés y su carisma como persona le hicieron sobresalir en esta materia académica la cual enseñaba de forma integrada con juegos, canciones, diálogos y competencias estudiantiles.Luego que los alumnos salían del plantel su hogar era lugar forzado para continuar su amistad e identificación con estos. Ileana se unió también a otras actividades de su comunidad, entre ellas como organizadora del Coro de la Parroquia de la Inmaculada Concepción siendo párrocos Gilberto M. Romney y José A. Figueroa. Esta labor la realizó hasta 1962, en que la sustituye la Prof. Raquel Rodríguez de Rosado, profesora de música y destacada soprano del Coro de la Universidad de Puerto Rico. Cada graduación celebrada en su plantel llevaba el sello de su liderato y esmerado toque en los bailes y cánticos presentados. Los desfiles del Día de Juegos conllevaban una planificación esmerada con carrozas, reinas, grupos estudiantiles y donde Ileana ponía el toque mágico de su experiencia y alegría personal.El año académico de 1956-57 abrió la oportunidad a los alumnos vegalteños de participar en la creación de su Escuela Superior. El superintendente de escuelas D. Aurelio Pérez Martínez escogió a un reducido grupo de experimentados maestros para servir comoinstructores; entre ellos Ana R. Rodríguez, Ana Delia Navarro, Raquel Rodríguez, Felicia Ayala, Ismael Landrón, Luis Rivera Piloto, Enrique Rosado, Ileana de Gracia y Josefa Bruno. Como salones de clases se utilizaron garajes, la Logia Masónica, iglesias de varias denominaciones y todo local que estuviera disponible en lo que se construían los salones de clases. La tormenta Santa Clara por poco da al traste con este proyecto, pero el entusiasmo de maestros y estudiantes superó todo impedimento graduándose el primer grupo en mayo de 1957.En 1958 el Departamento de Instrucción Pública le ofrece una licencia con sueldo y regresa a la universidad para sus estudios de Maestría en Orientación y Consejería. Regresa a su escuela y través de tantos años, su orientación y guía sirvió para encauzar a muchos alumnos que hoy agradecen a Ileana su consejo acertado a la hora de escoger su profesión u oficio.Al organizarse la Escuela Nocturna para Veteranos y Adultos en 1956 Ileana formó parte de su facultad como maestra de inglés. Allí estudiaban veteranos, amas de casa, (la mayoría padres de sus alumnos diurnos) y algunos estudiantes del curso regular diurno que adelantaban asignaturas para graduarse en dos años. Así mismo, Ileana fue reclutada por la recién inaugurada Escuela Industrial para Mujeres (Cárcel de Mujeres) como maestra de inglés. En esta institución se desempeñó con gran éxito por varios años.No solo la escuela era lugar para servir a su comunidad. Junto a su hermana Minerva (Lela) de Gracia organizó grupos de Niñas Escuchas y fue Directora Local de su Concilio. De este modo brindaban a las niñas la oportunidad de envolverse en actividades sanas y una formación personal adecuada. Ileana fue miembro de la Asociación de Maestros de Puerto Rico desde sus inicios como maestra y fue escogida como delegada por su Junta Local por varios años. La Cooperativa de Ahorro y Crédito Vega Alta contó con Ileana como unos de sus más comprometidos miembros de su Comité de Crédito, labor que se realizaba en horas de la noche para analizar y aprobar las solicitudes de préstamos de los socios.Si medimos el compromiso de los ciudadanos a base de su envolvimiento con las organizaciones de servicio a los necesitados, notamos que no todos los profesionales que laboran en la comunidad se comprometen más allá de su área de servicio. Este no fue el caso de Ileana de Gracia Carrión. Añadió a su lista de instituciones el capítulo Local de la Asociación de Enfermedades de las Vías Respiratorias, la Cruz Roja y la Liga contra el Cáncer a las que dedicó su entusiasmo y alegría mientras servía.Para sus familiares y amigos Ileana fue modelo de superación personal en un ambiente de pobreza, pero colmado de talento y ambiciones de triunfos. Sobre todo, sus sobrinos la vieron como modelo a seguir y soporte moral en tiempos donde no existían las ayudas actuales y cuando los centros de estudios eran muy rigurosos en sus estándares de admisión.En su vida personal estuvo casada con el Sr. Arístides Dávila a quien conoció en sus años de estudios universitarios. Fue la madre orgullosa de dos buenos vegalteños: Marvin Dávila quien siguió sus pasos como maestro de Educación Física e Iván (Vanchi) , quien dedicó a su vida a la música como baterista y conguero. De su madre Vanchi heredó la gracia y el ritmo; la alegría y la sonrisa abierta a la amistad y el cariño.Después de cuarenta y dos años de labor como maestra, consejera vocacional y orientadora decidió retirarse en mayo de 1991. En su hogar en la Urbanización Santa Rita siguió siendo la amiga de sus viejos compañeros. Ya no tenía cerca a amigos entrañables como Ana Ramona Rodríguez, Ángel Luis (Güi) González y Pepa Bruno que con ella se iniciaron en 1956 en el proyecto innovador de crear una escuela superior para Vega Alta.Cinco años después de su retiro en 1991, fallece el 31 de julio de 1996 víctima de cáncer. La Legislatura Municipal de Vega Alta honró su memoria tres años después de su muerte cuando designa la nueva escuela superior en la carretera estatal # 2 con el nombre de una de las más consecuentes, abnegadas y comprometida maestra, más allá de su sala de clase: ILEANA DE GRACIA CARRIÓN.Para Ileana el servir era un deber; el participar era un privilegio dado a muy pocos que son consecuentes y ven la extensión de sus deberes más allá de las mudas paredes del aula escolar y los ponen al servicio de otros en su comunidad, en su entorno, en su compromiso con su Patria. Como admiradora de su primo Gilberto Concepción de Gracia puso su talento "en la realización de los deberes que le impone el Creador en el tiempo y en el espacio". La vida de Ileana de Gracia Carrión es modelo a todos los que creemos en la educación como puente que nos une con el futuro y espacio para dar el salto a la verdad.Su figura se agiganta en el tiempo y en el espacio porque la lucha sigue. Por: Benjamín Negrón Rodríguez- Historiador Oficial de Vega Alta