FRANCISCO FELICIÉ MARTÍNEZ

Nació en Mayagüez el 16 de septiembre de 1922. Su padre era empleado de una central y su madre ama de casa. Fue el segundo de nueve hijos y se caracterizó por ser un niño muy enfermizo. Por el empleo de su padre, su familia se traslada a Río Piedras, donde completa su escuela elemental.Por la situación económica de la familia, se ve obligado a abandonar la escuela diurna para trabajar como mecánico en la Central San José de Río Piedras. Sin embargo, prosiguió estudios en la escuela nocturna Ramón Vilá Mayo de Río Piedras, de donde se graduó de escuela superior. Fue admitido a la Universidad de Puerto Rico. Allí va con su gran sueño: ser un maestro de escuela. Lamentablemente su sueño se ve tronchado cuando un accidente en la pierna le impide seguir estudiando. Como consecuencia de este accidente, sufre múltiples hospitalizaciones, operaciones y queda impedido de caminar por espacio de tres años. Mientras convalecía por esta condición se convirtió en un lector voraz de todo tipo de libro, lo cual le permitió familiarizase con varios campos del saber y ampliar su bagaje cultural.En 1950 se casa con Julia Soto Cruz. De esta unión, nacen sus tres hijos: Rita, Ángel Francisco y Ada Myriam. Sus responsabilidades como padre lo llevan a trabajar como obrero en distintos talleres y fábricas del Área Metropolitana. En el año 1954 se traslada con el fin de trabajar en la Compañía Remington. Desde entonces hace de Vega Alta su pueblo por adopción.Trabajó en varias fábricas de Vega Alta y Bayamón, hasta el año 1967 cuando, por motivos de salud, tuvo que renunciar a su empleo. Esta tal vez fue una de las etapas más difíciles de su vida: enfermo, desempleado y con las responsabilidades de jefe de familia. Enfrentó la adversidad y transformó la desgracia en una oportunidad para lograr el sueño que nunca se apartó de su mente: convertirse en maestro de escuela.Con cuarenta y seis años, tres hijos, problemas económicos y enfermo entra a la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Puerto Rico. En 1971 recibe el grado de Bachillerato en Educación Elemental con concentraciones en Matemáticas y en Estudios Sociales. Trabajó en varias escuelas de Vega Alta, hasta que se jubiló en 1991. Durante sus años de servicio en Sabana Breñas, se envolvió en actividades con la comunidad, ganándose el cariño y el respeto de su gente. Fue reconocido como Maestro Ejemplar de Vega Alta.Se destacó como cooperativista y líder ambiental. Por años luchó en contra de la contaminación que produce la compañía San Juan Cement en los pueblos de Vega Alta y Dorado. Se mantenía al día en todo lo relacionado con las ciencias sociales y las humanidades a través de la lectura, lo cual le permitía dialogar sobre cualquier tema de interés general. Se graduó además, del Instituto Bíblico Mizpa. Tras su jubilación trabajó a tiempo parcial como Coordinador de Jóvenes Fuera de la Escuela, hasta abril de 1993, cuando renunció tras habérsele diagnosticado cáncer. Murió el 14 de octubre de 1993. Tras su muerte, se le honró, designando la escuela del Barrio Breñas con su nombre.