
La Cueva de las Golondrinas del Pueblo de Vega Alta
LocalizarCueva de las Golondrinas se encuentra en un mogote calizo en la parte sureste del pueblo de Vega Alta adyacente a la carretera #6678 en el Sector Las Colinas. El lugar no es una cueva propiamente sino un refugio rocoso que se extiende de este a oeste en la base de una laja caliza. Su profundidad varia de 4 a 10 pies y la vegetación es típica de un bosque calizo. Abundan árboles de jagüey, tintillo, tulipán de la India y arbustos como el marungüey. En 1978 se organizó la Sociedad Guakabo de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Inc. quien exploró por primera vez dicho refugio el sábado, 10 de febrero de 1979 siendo su guía William Castro. Los miembros de la Sociedad que participaron ese día lo fueron Leslie Knight, Gilberto Nevárez y Juan Carlos Rosario Fernández. Estos identificaron grabados en la roca conocidos como petroglifos hechos por los aborígenes de nuestra Isla. Los motivos son antropomorfos o semejantes a rostros humanos y algunos de figuras geométricas. Un año después la primera revista paleontológica y arqueológica de Puerto Rico de nombre “El Mapa” publicada en el pueblo de Morovis, cuyo editor lo es el arqueólogo y profesor de historia, Roberto Martínez Torres; publicó fotos de la Cueva de la Golondrinas bajo el título “Arte Rupestre en Vega Alta”. En esta publicación (Año III, No.
13-14-15. 1980) se presentó el lugar bajo el nombre de la “Cueva de los Espíritus” debido al temor de que esta fuera destruida si se conociera el hallazgo, ya que el nombre verdadero de la misma es conocido en la localidad. Hay que señalar que al pie del mogote se encuentra un manantial de agua fresca que da nacimiento a una de las corrientes de agua que pasan por el pueblo de Vega Alta. En los escritos antiguos se decía que por el pueblo pasan dos ríos que realmente son quebradas que, debido al urbanismo, parte de ellas no están a la vista del público. El mismo consiste en un cuadrado de concreto armado
alrededor del ojo de agua y el espacio de una compuerta. Este pozo cayó en desuso y eran los jóvenes de la localidad quienes utilizaban el lugar como una piscina. El 25 de septiembre de 1993 en una visita guiada por Juan Carlos Rosario Fernández para estudiantes del curso de Historia de Puerto Rico de la Escuela Superior Maestro Ladí de Vega Alta, junto a la profesora del curso Sylvia Martínez de tapia, el alumno Ronny Ramírez encontró otro refugio en el mismo lugar con petroglifos mas elaborados. Los petroglifos se encuentran mayormente en las estalagmitas y muy pocos en las paredes de la cueva. La cueva tiene entre 8 a 10 pies de profundidad. En el área no se ha encontrado restos de ninguna edificación, ni material arqueológico. A pesar de esto es un buen lugar para desarrollarlo turísticamente debido a su accesibilidad.
-Escrito por Juan Carlos Rosario Fernández